Perú se convertirá en anfitrión de una cita de Naciones Unidas para analizar propuestas para el problema del cambio climático.
La percepción del problema es extraño, mientras el clima se desbarajusta, provoca lluvias en épocas que no debería, y también hay distorsión del volumen, además del calor extremo, inundaciones, tifones cada vez más iracundos; todas versiones previstas por los que siguen de cerca los fenómenos, pero ausentes para los que tienen que tomar decisiones, que logran encontrar argumentos más o menos válidos.
Por ejemplo, en Argentina, la construcción indiscriminada e irresponsable, el arrebato de tierras, no siempre por el lado de las villas, sino por parte misma de los gobiernos, que sin control, permiten construcciones sin análisis de impacto, con lo que ante la primera lluvia inunda barrios a un costo que luego no se hace cargo.
Hoy lunes 1 de diciembre la COP 20, reunirá a los 195 países firmantes –siendo que el total de países del mundo es aproximadamente 225, es un número importante-, el principal tema sería la responsabilidad de cada país de impedir que las actividades del hombre intervengan en el sistema climático.
Quisiera ver que en Argentina pueda pasar tal cosa, mientras están reunidos, en nuestra ciudad, la capital, los barrios se inundan, se quedan sin luz, Macri penetra la ciudad rompiendo códigos de arquitectura sin ningún análisis de impacto, ni visual, ni climático, por ejemplo, hachar zonas arboladas, para hacer pasar transporte, sin tener en cuenta que son pulmones de ciudad.
Cierra plazas, pero no destina presupuesto para que se cuiden, las cierra para que no la usen los mendigos, pero no hace nada para mejorarle la vida a los mendigos, asi no tienen necesidad de las plazas, las cierra para los paseadores de perros, así tienen donde mear y quemar las plantas a gusto.
Parece desproporcionado, pero son indicadores de lo que poco que harán los que administran la ciudad, porque confunden responsabilidad con poder, cualquiera sea las intenciones que surgieren de la cumbre.
Entre los ambientalista, las actitudes de Macri encuadran en la definición: “el ser humano, por la superioridad de su razón, y como extensión de ella su ciencia y tecnología, puede atribuirse el derecho de someter a la naturaleza y abusar de ella a su antojo. Lo único que detiene su voluntad de poder es la posibilidad de que la destrucción de hoy amenace su supervivencia mañana. No le reconoce más valor a la naturaleza creada que la utilidad práctica para el ser humano”
Resuena con las acciones de ese señor, que luego sale a apagar los incendios que él mismo promueve con vasos de agua.
Es un hecho que el cambio climático puede ser culpable, pero que se realicen acciones torciendo la ciudad para acomodarla a convenios de ese señor, ignorando que a la naturaleza no le importará barrerlos como un cartón, no es temerario, es peligroso.
Macro no sufre ninguna de las amenazas que a la mayoría nos pasa, por lo tanto no tiene la más mínima empatía con hacer lo necesario para evitarlas, ni siquiera está en los planes.
El progreso, para Macri, corre por