Las fronteras de la experiencia personal se alcanza rápidamente, las redes sociales, aplicaciones, canales de tv, mails, medios de prensa, o sea, los medio de interacción de usuarios son el campo de investigación de las empresas para desarrollar sus políticas de social media, el objetivo es el posicionamiento web, es decir, la respuestas, por parte de Google, con nuestro vínculo frente a requisitorias de búsquedas de los usuarios.
La tendencia a unificar formatos de datos, es un primer intento de establecer un método que luego permita integrar datos de diferentes aplicaciones o entre diferentes aplicaciones, en forma automática, ya que la escala humana, diferente a los desafíos del análisis de datos masivos, se ha vuelto imposible.
Se necesita activar el método de integración, de la mano de la inteligencia artificial, construyendo una experiencia con el usuario que lo motive a participar del esfuerzo de clasificación necesaria para la gestión de datos.
Sin embargo, el proceso sufre diferente interferencia, por una parte, contradice las políticas de clasificación de los buscadores que del único modo que puede comparar sitios es, precisamente, encontrar la diferencia. Diferencia en contenidos, y en calidad, en semántica y un aspecto importante: el usuario que vuelve, el usuario que recomienda.
El otro aspecto es que el consumidor actual está dividido entre los que suman a todos los procesos, bajo la expectativa que la “vida” digital lo favorece, y prefiere las soluciones masticadas que las aplicaciones le proponen y en usuario que se protege, justamente, de la invasión publicitaria y encuentra mayor complicación en su actividad, por la intrusión a que lo someten los sistemas inquisitorios que intentan individualizarlo.
Los modelos de negocios están cambiando, ya no se puede llevar actividades de diferente naturaleza con duplicación o multiplicación de datos con un objetivo en donde sostener los diferentes canales de expedición resulta en demasiada gestión para un pobre beneficio.
El principal problema de las empresas es encontrar al cliente, ya que los mismos usuarios se diversifican en el uso de de aplicaciones comunicacionales, tanto como aplicaciones de servicios, bancos, etc., espacios en los que las empresas necesitan participar, teniendo en cuenta que hay decenas de cada caso, para cada usuario, ya se puede entender el desafío de concentrarse, por parte de las empresas en logros específicos de tal manera que las acciones a implementar no sean superiores al beneficio que producen.
Aunque los programas, lenguajes, aplicaciones y tecnología puesta al servicio de integrar datos es enorme y hay capitales importantes comprometidos, las experiencia no satisfacen, por el momento, el retorno que se produce en las empresas.
Como ejemplo de ello, en tanto Facebook convino en establecer una colaboración con Twitter, haciendo indistinto publicar en uno u otro, al no encontrar un retorno satisfactorio Facebook se ha retirado de la oferta de publicar en común con Twitter, mientras que Twitter, que siempre ha sido una aplicación ventajosa a la hora de hacer negocios, en parte porque su restricción de registro de caracteres, es a su vez su fortaleza, ya que cuenta con un caudal de datos acotados, no así en Facebook; la situación se desequilibra y Facebook se repliega. La situación no ha afectado a Twitter, que sigue con sus políticas colaborativas enfocada en decisiones de integración propias, como por ejemplo, las aplicaciones de publicaciones programadas, o los diarios que se construyen con el aporte de usuarios, entre otros.
Pero el futuro de las aplicaciones, viene por el lado del intento de integración de recursos y por ese lado se esperan decisiones de los grandes actores entre las redes sociales, Twitter, Instagram, ésta última un intento de Facebook por simplificar los procesos, cediendo ante la idea de Twitter, que más simple, es más fácil de integrar, controlar, y por lo tanto mejores servicios para las empresas.
Habrá que ver cómo redundan estos esfuerzos en el principal objetivo: el posicionamiento web.