Los artistas plásticos proponen una narración en un lenguaje diferente, un lenguaje que no puede establecerse en una sola técnica o en un único método,
Las formas actualizadas de narración, incluyen tecnología, política, nuevos materiales, innumerables fuentes de estímulo artístico.
El proceso de transformación permanente del arte, propone dificultades en su difusión, incluyendo a los museos, que son el medio directo de exponer arte al público.
Las nuevas tendencias artísticas proponen nuevas formas de exposición, el museo contemporáneo tiene que adaptarse a los modelos artísticos, en imagen, en espacio, en cultura, en difusión.
Tener como protagonista al arte contemporáneo implica una imagen novedosa, o instalaciones peculiares, y debe ir acompañado de métodos de registro y control; hoy puede visitarse un museo en forma virtual, para lo que las instalaciones de los museos deben prepararse.
La situación ha producido un nuevo sistema de registro museológico, entre ellos, nuevas presentaciones y condiciones de salas, nueva imagen institucional, participación de los avances en otras áreas, compartir recursos con otros museos y atención permanente de las obras.
Los museos representan un foco de atención sobre las actualizaciones en el arte, además de ponerlo a disposición del espectador.
La reflexión sobre el arte y sus necesidades nunca han ido de la mano de la realidad del arte, parte de las características del arte es romper los intentos de sujeción.
No hay relación de conjunto que incluya un planeamiento a futuro, los sistemas de expresión y comunicación del arte se han visto facilitados por los medios virtuales, pero parte de la experiencia sensorial del arte, es llegar a él en impacto directa con los sentidos del espectador, incluyendo el tacto y el olfato, hasta que no se invente los soportes que permitan representar ambos sentidos la obra de arte tendrá una necesidad de palparse en persona.
El planeamiento metodológico y la visión de conjunto que intente aprehender las nuevas formas del arte, los artistas no se dejan sujetar por estrategias museológicas.
El sistema de comunicación del arte se vuelve sofisticado y es precisamente su atractivo.
El arte se inmiscuye en órdenes de la vida, tan opuestos como los domésticos, los de negocios, históricos, de género; el arte es parte del relato de la época que nos toca protagonizar.
La reforma de los espacios de difusión del arte, habilita a obras de renovación de museos y estrategias de comunicación con diseños, que a su vez, son verdaderas obras de arte.
Desde obras como los museos Guggenheim, como paradigma de arquitectura para albergar arte, los museos se han metido en el ojo de la tormenta de la discusión del arte, arquitectura y urbanización.
En esta revolución, la física, la matemática e incluso la medicina son parte de las propuestas, valga como ejemplo la exposición Body, que exhibe cuerpos reales, con las técnicas de plastinación, que en lenguaje doméstico es un sistema de momificación de cuerpos, para ser exhibidos en partes, diseccionados, rebanados, etc.
Las renovaciones de los museos, para nuevas formas del arte, serán probablemente las actividades del futuro en los museos, pero como siempre, los artistas plásticos iran por delante de cualquier intención de sujeción y encontrarán el modo de salirse del molde que imponen los museos o el arte canónico.