Las milanesas con fritas no te salvan de la muerte
Veranear en San Clemente no te salva de la muerte
Rezar no te salva de la muerte
Discutir no te salva de la muerte
Mascar chicle no te salva de la muerte
El lavarropa automático no te salva de la muerte
Drogarte no te salva de la muerte
Insultar no te salva de la muerte
El dinero no te salva de la muerte
Ser de boca no te salva de la muerte
Caminar por Santa fe no te salva de la muerte
Perdonar no te salva de la muerte
Bañarte no te salva de la muerte
Netflix no te salva de la muerte
Criar cuises no te salva de la muerte
Depilarte no te salva de la muerte
Escuchar mantras no se salva de la muerte
La dieta vegana no te salva de la muerte
El miedo a morir no te salva de la muerte
El deporte no te salva de la muerte
Abrazar a tus amigos no te salva de la muerte
Dar clases no te salva de la muerte
Facebook no te salva de la muerte
Pagar tus impuestos no te salva de la muerte
Los tríos sexuales no te salvan de la muerte
Los cuartetos no te salvan de la muerte
El teatro callejero no te salva de la muerte
El buen humor no te salva de la muerte
Los panqueques de manzana no te salvan de la muerte
El tango no te salva de la muerte
El jazz no te salva de la muerte
Instagram no te salva de la muerte
El sexo oral no te salva de la muerte
La leche de alpiste no te salva de la muerte
Leer poesías no te salva de la muerte
El insomnio no te salva de la muerte
Mirar televisión no te salva de la muerte
El horno eléctrico no te salva de la muerte
La democracia no te salva de la muerte
La pizza napolitana no te salva de la muerte
El divorcio no te salva de la muerte
Tu vecina no te sal va de la muerte
Tus hijos no te salvan de la muerte
Los millonarios no te salvan de la muerte
Los abuelos no te salvan de la muerte
La berenjena al horno no te salva de la muerte
El café no te salva de la muerte
El mate no te salva de la muerte
Los sabios no te salvan de la muerte
La cerveza no te salva de la muerte
Esquiar no te salva de la muerte
Meditar no te salva de la muerte
Ir al teatro no te salva de la muerte
Caminar por la orilla del mar no te salva de la muerte
Pensar en los que ya vivieron no te salva de la muerte
Mirar el cielo no te salva de la muerte
Google no te salva de la muerte
Contar nubes no te salva de la muerte
Acariciar un caballo blanco no te salva de la muerte
Nadar en aguas profundas no te salva de la muerte
Dormir abrazado no te salva de la muerte
Los churros con dulce de leche no te salvan de la muerte
La torta frita no te salva de la muerte
Remontar barriletes no te salva de la muerte
Las curanderas no te salvan de la muerte
Comprar con tarjeta no te salva de la muerte
Angustiarte no te salva de la muerte
Querer que todo salga perfecto de acuerdo a lo planificado no te salva de la muerte
El amor no te salva de la muerte
Resistir no te salva de la muerte
La obsesión no te salva de la muerte
La manía no te salva de la muerte
El sufrimiento mental no te salva de la muerte
El dolor físico no te salva de la muerte
Ser hincha de River no te salva de la muerte
Los huevos fritos no te salvan de la muerte
El matrimonio no te salva de la muerte
La mecánica ligera no te salva de la muerte
Los baños químicos no te salvan de la muerte
Reirte no te salva de la muerte
Matar hormigas no te salva de la muerte
Criar caracius no te salvan de la muerte
Jugar a las figuritas no te salva de la muerte
Hacer espejito no te salva de la muerte
Las infracciones de tránsito no te salvan de la muerte
Los gatos siameses no te salvan de la muerte
Ir al casino no te salva de la muerte
He conocido muchas personas que han probado con casi todo lo anterior y no se han salvado de la muerte, pero han vivido intensamente.
Si saben de algo por favor compartir, mientras tanto recemos al Señor.
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Miguel Ortemberg
Miguel Ortemberg
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