Algunas empresas son conocidas por remodelar permanentemente sus webs, en algunos casos aplican Rebranding que es una actualización o renovación de marca y aprovechan para “cambiar de cara”.
En el mundo real, renovarse es mejorar, dicho lema no es tan así en la Internet. Muchos aprovechan para renovar la tecnología de diseño, e incluso cambian de nombre de dominio.
La realidad de Internet es muy otra, por una parte, el verdadero éxito de un sitio es el posicionamiento en buscadores, no es ni su estética, ni su tecnología, es simplemente saber llevar las tendencias de la red a nuestro sitio, aplicando cambios donde impactan para una mejor posición o simplemente para mantener esa posición.
Cuando el SEO posicionamiento propone algunos aspectos del diseño, seguramente incluye poder incorporar cambios rápidamente, pero no en referencia a la estética, ni a la tecnología, sino a los contenidos y a los espacios de difusión donde se aplican esos cambios.
La red evoluciona a una velocidad que la actividad humana no alcanza, de manera que vencer e ir con las tendencias requiere un poco más de ingenio, de estrategias y herramientas que la simple gestión de generar recursos, que se reflejan en contenidos y su difusión.
Las redes sociales parecen haber venido en ayuda, pero es una ilusión, toda actividad de contenidos que sea transitoria aunque no sea desactualizada conspira en contra la carrera del posicionamiento. En las redes sociales, además de convocatorias que no son útiles, todo es más efímero de lo necesario para conseguir la atención de los usuarios, potenciales clientes.
El método sigue siendo generar contenido, la pregunta es dónde y cómo para establecer un valor de retorno útil para que la gestión administrativa de esos recursos no sea superior al beneficio.
En otras palabras, menor esfuerzo, mayor productividad. A pesar de tener toda la tecnología a favor, la realidad es que cada vez más dependemos de ella y en gran parte de la autogestión, de “participar”, lo que insume el valor más importante de todos, más importante que el económico: el tiempo.
El por ello que en la cadena de consecuencias que producirá cualquier actividad de difusión, la cosa comienza por casa, el sitio web, la página web, la ventana al mundo.
No es un problema de estética, sino de valor en términos de posicionamiento web, es decir, que contenga todo lo necesario para promoverse, respondiendo, mejor que la competencia aquellas preguntas que escriben los usuarios, en los buscadores. Estos son los dos hechos claves: saber qué escriben los usuarios, procurar responderlo en nuestro sitio.
Para el primer caso, saber qué escriben los usuarios es cuando las redes sociales muestran su mejor perfil, son ideales para recabar tendencias, investigar el interés de los usuarios, saber cómo perciben el producto que ofrecemos, pero, no porque nosotros podamos entrar a la red y preguntar, realizar encuestas, o acciones parecidas, que no es más que llevar a escala humana una actividad que requiere de un volumen importante para obtener respuestas acertivas, sino aprovechar herramientas de Big Data, que proveen lo necesario para responder estas cuestiones.
Una vez que tenemos el dato, debemos llevar la respuesta rápidamente a nuestro sitio, el cual debe estar preparado para, no sólo incorporar la novedad, sino poder difundirla instantáneamente a todos los medios posibles, blogs, medios de prensa, redes sociales, abriendo un abanico de posibilidades.
Esta es exactamente la gestión que desde DataGestion procuramos desarrollar una difusión que apunte al usuario interesado, convocando a los buscadores a ofrecer el vínculo de nuestro sitio que evacue la inquietudes de los usuarios que están buscando lo que ofrecemos.
En otras palabras: ir acompañando el proceso, las inquietudes y alimentar permanentemente a los buscadores es la respuesta más concreta para ofrecer un valor de retorno en tu sitio que convoque al cliente adecuado.