Para mí, el gran geómetra artístico, fue Mauricius Cornelius Escher, pintor holandés, con esas geometrías imposibles, como la mano que si pinta a sí misma, o su más famoso cuadro en el que las superficies por las que había caídas de agua, venía de una superficie superior.

Un juego con la mente, este artista, experto en matemáticas y arquitecturas, interpretaba el infinito con relaciones circulares y mutantes en su representación.

Escaleras que llevan a sí misma, personas que caminan en la huella de la escalera y en la  contrahuella, que dan la sensación de eternidad.

Victor Vasarely, consecuencia directa, considerado un ícono del Pop Art, con perspectivas y sistemas fractales, ofrecía un abismo, creando efectos ópticos inquietantes.

Rogelio Polesello, jugó con las geometrías, con su propuesta de relación entre objetos.

Tres artistas inspirados en la geometría con objetivos conceptuales diferentes, dejaron su huella en el arte.

Rogelio Polesello, fallecío  el 7 de julio, 2014, un artista, considerado un ilusionista que se sentía cómodo con el color o sin él, expuso en los mejores museos del mundo.

A estos tres artistas los une la publicidad, sus obras, tuvieron un significado más allá del arte, aportando al mundo del consumismo, que es uno de los modos de llegar al público en forma masiva.

La obra de Polesello en forma caledoscópica, es una relación entre superficies que tienen a la figuración en su forma de interpretar el mundo visual.

En blanco y  negro o en color, sus acrílicos son como superficies en detalle, descomposiciones de geometría con a través de espejos deformadores, intervenidos con lupas, entrecruzando dimensiones de espacio que desafía  la mirada en su intento de reconstruir la tridimensionalidad.

Escher, Casarely,  Polesello, artistas que intervienen con sus obras el funcionamiento de la mirada, atraviesan el espacio, las paredes, proponen un mundo más allá de las dimensiones del cuadro.

Las obras nos convencen de la fractura del espacio y nos convencen de esa alternativa que comenzamos a ver como real.

Artistas de gran proyección, maestros de la geometría abstracta.