Chikungunya es un virus, y como todos los virus encuentra el modo de propagarse entre especies, lo que implica que se desarrolla en medios cercanos y útiles a ambos, especie en la que e propaga, y sí mismo. Ya se lo considera global.
Este virus, provoca una enfermedad infecciosa poco mencionada en Argentina, y entre sus síntomas, están los mismos comunes a muchos otros, fiebre, dolores, de cabeza, de articulaciones, de músculos muy parecido a una gripe cualquiera e incluso a un malestar estomacal porque a veces se presenta con una erupción cutánea que estamos acostumbrados a asociar con comida en mal estado.
El virus lo trasmite el mosquito Aedes Aehypti, conocido en nuestro país, porque hay campañas permanentes para evitar su propagación, pues trasmite enfermedades de vector, como toda enfermedad que se transmite por animales.
El mosquito, que se reconoce por rayas blancas y negras en las patas, ha colonizado prácticamente todo el continente.
Se ha reportado más de 200 mil casos, pero se estima que siempre hay un porcentaje importante de casos que no se reconocieron como tal o que no se han registrado.
Por ahora, la mejor prevención es el repelente y no dejar aguas estancadas, y aunque suene antiguo, telas mosquiteros en las habitaciones de los hoteles.
El movimiento de este mosquito, provoca preocupación y seguimientos en la mayoría de los centros sanitarios que tratan de informar a la población sobre el avance del virus.
Se propaga raído y aleatoriamente, pero los riesgos parecen llegar con los viajeros, aéreos y de mar, por lo que en algunos países han colocado alarmas sanitarias advirtiendo a los usuarios que si notan alguno de los síntomas mencionados en un viaje de regreso se acerque a hospitales o sanatorios e informe la situación. La mejor manera de ayudar es con atención y conocimiento de casos reales y que se registren en instituciones adecuadas.
En la guerra biológica, los insectos nos llevan ventajas, hay registro de grandes devastaciones por enfermedades trasmitidas de este modo.
El Dengue a la cabeza, con iguales síntomas gripales circula con este disfraz, terminando en muertes fatales en un gran porcentaje.
La Fiebre hemorrágica, de Crimea, ahora Congo, es trasmitido por garrapatas, poco conocida en el centro o sur de Argentina, pero con algunos casos en el Norte, la fiebre aparece abruptamente, provoca hemorragias, y se la tiene con una letalidad del 4º porciento en los casos más graves, o del 10 porciento en los más leves.
La Esquistomiasis en parasitaria, la causa un gusano, es usual en el campo o en zonas rurales, ya que este insecto prolifera en aguas pantanosas, lagunas cerradas y a veces, durante la siembra o el riego, el agua de riego toma contacto con agua infectadas y trasmite el gusano a zonas que de ese modo se propaga.
La famosa TzeTzé, una mosca africana transmite una enfermedad llamada Trimpanosomia, provoca que el infectado se duerma, es un parásito muy difícil de erradica.
La Elefantiasis, el agrandamiento exagerado de órganos es un problema en el sistema linfático, lo produce un parásito en países cálidos, al trasladarse por la linfa, tiene acceso a cualquier órgano del cuerpo donde se enquista y produce hipertrofia. Es un proceso doloroso que produce discapacidad al anfitrión, también conocida como Filariasis linfática.
El Paludismo, es un parásito, el Plasmodium, provoca problemas en el hígado e invade lso glóbulos rojos.
La enfermedad del Chagas, es mortal, el parásito, lo trasmite la vinchuca, afecta al músculo cardíaco y tiene un alto grado de mortalidad, ya que es una enfermedad que no tiene síntomas y para cuando se la detecta, el paciente suele llegar con un estado de gravedad complicado. Se detecta en el noroeste Argentino, donde el insecto está aclimatado y es muy difícil de erradicar. Se mantiene a la población en alerta permanente y si se detecta a tiempo, hay tratamientos para eliminar el parásito, aunque las instalaciones sanitarias no están usualmente preparadas para eliminar esta amenaza completamente.
Finalmente, la fiebre amarilla, que se detecta por una fiebre muy alta y el paciente de color amarillo, es un virus endémico de zonas tropicales, con mayor porcentaje en África, debido también a los insectos.
Los científicos están empezando a estimar que los verdaderos enemigos del hombre son los insectos, que son, además, el vehículo a través del cual las enfermedades se transfieren entre especies.
Aun hay especies desconocidas y mucho por aprender.