Antes de tomar la decisión definitiva de hacerlo, solemos pensar que la obtención del certificado digital de persona física es realmente complicada. Sin embargo, lo que suele ocurrir con la mente humana cuando desconoce una circunstancia es que la magnífica, para bien y para mal. En este caso, imaginamos un proceso largo, tedioso y abrumador, tal vez porque esos tres adjetivos se aplican muy bien a la burocracia española en general. Sin embargo, el certificado en cuestión no solo es diferente, sino que existe, precisamente, para evitar que los trámites administrativos sean así de agotadores. Porque, gracias a él, imprimir soporíferos documentos en papel y pedir cita para acudir en persona al banco o a la administración pública en general se acabará para siempre.
¿Deberíamos convencernos, pues, de que solicitar certificado digital online es lo mejor que podemos hacer por nosotros? Desde luego que sí, especialmente si nos vemos obligados, debido a nuestro trabajo como autónomos o por cuenta propia, a declarar impuestos trimestrales. No obstante, ahora que hemos señalado las ventajas, es justo señalar los contras: no todo el mundo se adapta con la misma eficacia ni a la solicitud del certificado en cuestión ni a su uso, especialmente las personas de sesenta años para arriba. Esto se debe, simple y llanamente, a que se trata de generaciones que no han vivido toda o casi toda su vida en la era digital, y las tecnologías electrónicas en general les cuestan.
Visto así, sentir ansiedad ante la posibilidad de acudir a obtener firma digital online parece bastante normal. Sin embargo, a todas esas personas les alegrará saber que existen servicios totalmente especializados en prestar asesoramiento y ayuda completa en cada fase del proceso, precisamente porque son profesionales que entienden esa sensación de impotencia y frustración ante una tecnología que no se comprende del todo y que resulta incómoda.
Sea investigando cómo hacerlo por nuestros medios o buscando esa inestimable ayuda de expertos, disponer de una firma digital, a largo plazo, hará que nuestra vida, especialmente en la época de la pandemia de la COVID-19, sea más fácil. A nadie le apetece salir de casa por obligación.