¿La autoestima va por dentro y, si la nuestra es sólida, no nos importará demasiado nuestro aspecto físico? La respuesta simple, lógica, es que sí. No obstante, vivimos en un mundo injusto, capitalista. Una sociedad neoliberal en la que el mercado valora y enfatiza el aspecto físico de las personas, especialmente si son mujeres. Por eso, culpar a una mujer por tomar la decisión de acudir a un centro de estética de Barcelona para verse más guapa y mejorar así su amor propio, no solo es injusto, sino a todas luces misógino. Pero, siendo justos, los centros de estética son útiles para cualquier persona, hombre o mujer, que quiera mejorar su salud externa o interna en general.
Para empezar, es importante hacer un breve repaso a la carta de servicios básicos que podemos encontrar en este tipo de centros. Para ello, nos centraremos en la ubicación geográfica ejemplificada antes; pues, si algo no falta en Barcelona, son lugares en los que mejorar nuestra apariencia y nuestra estética personal de manera profesional y con una calidad acorde al precio. Entre otras posibilidades, podemos encontrar tratamientos corporales en Barcelona; o faciales, según el caso, todos ellos destinados a hidratarnos la piel o eliminar impurezas.
Pero no solo. Porque lo cierto es que muchas personas acuden a un centro de estética sin que su prioridad sea la piel, sino otros aspectos, como la acumulación de celulitis. Esto puede ocurrir por muchos motivos y no necesariamente por una mala alimentación. El estrés y la ansiedad, generales en el día a día laboral y multiplicados por la tensión constante a la que nos somete la pandemia, son sin duda un caldo de cultivo óptimo para estos males, y a menudo eso se traduce en un aumento involuntario de peso.
El ejercicio en estos casos es fundamental, tanto como aprender a descansar bien cada vez que acariciemos algún momento de paz privado y personal. Pero todo ello lo podemos combinar con buenos masajes anticelulíticos en Barcelona. Ya de por sí los masajes son, por definición, eliminadores de estrés, así que, de un modo u otro, ganaremos.