Tal vez hayamos invertido muchos años de nuestra vida en ahorrar con el fin de poder comprarnos la casa de nuestros sueños. Puede que esa casa, además, sea un dúplex o un chalet de dos plantas, ideal para vivir con mascotas y formar una familia. También, es posible que elijamos un barrio residencial tranquilo de la ciudad o el campo, donde el silencio suele campar a sus anchas. Si finalmente conseguimos reunir el dinero necesario para pedir una hipoteca y mudarnos, solo tenemos que hacerlo. Pero, en ocasiones, hay circunstancias u obstáculos que nos impiden conseguirlo; por ejemplo, movernos en silla de ruedas.
Porque, si soñamos efectivamente con esa casa de dos o más plantas, antes debemos ser conscientes de nuestra solución. Por suerte, tiene arreglo, y solo tenemos que investigar precios de salvaescaleras, encontrar la silla mecánica o plataforma más ideal para nosotros, y por supuesto instalarla en las escaleras del que será nuestro nuevo hogar. Claro que otra posibilidad es adaptarnos y vivir en un piso de una sola planta, pero existiendo recursos como las sillas salvaescaleras, que con tanta comodidad y facilidad nos permiten sortear pisos y movilidad vertical, renunciar a nuestro sueño no debería ser nunca una opción.
A fin de cuentas, y esto es importante recordarlo, nosotros no tenemos la culpa de ser personas con movilidad reducida. Más bien, es la sociedad en su conjunto la primera responsable de cumplir con los estándares morales y legales mínimos de accesibilidad para facilitarnos el día a día. Ya se hace en lugares públicos gracias a las rampas de acceso o los ascensores con medidas adaptadas a las sillas de rueda más estandarizadas; y por extensión, los ascensores deben ofrecernos prioridad de uso en la actualidad, ya que la pandemia ha limitado su aforo y su uso general.
Pero, claro está, es nuestro hogar el primero que debe ser adaptado. En general, los edificios de viviendas deberían incorporar en todas sus entradas rampas y sillas mecánicas, sobre todo salvaescaleras en Madrid y otras grandes ciudades. Pero, primero y ante todo, necesitaremos llegar fácilmente del dormitorio a la cocina.