Hablemos de las editoriales. Por un lado, son empresas como cualquier otra. Hay que invertir dinero en ellas, investigar un mercado, crear un margen de beneficios y ser prudentes a la hora de elaborar productos y promocionarlos debidamente. Pero las editoriales también son empresas especiales, en el sentido de que cualquier persona cuya vocación no sean realmente los libros y no entienda su necesidad cultural, está abocada al fracaso. Para ser director de una editorial hay que tener sensibilidad hacia el arte que supone crear libros.
Y, sobre todo, y más que en otros muchos ámbitos profesionales, saber dirigir equipos. En un libro intervienen profesionales de todo tipo: traductores, correctores de estilo, maquetadores, portadistas, fotógrafos, impresores y por supuesto el propio autor, por nombrar solo algunos. Conseguir equilibrar la labor de todas esas personas expertas y que desemboque en un libro bien hecho puede ser toda una odisea. Por eso, si, como emprendedores y futuros dueños de editorial, percibimos que nos faltan herramientas para el liderazgo, no deberíamos pensarnos dos veces el hacer un curso de habilidades directivas en internet.
Porque ese es el único camino posible y lógico. Es decir, no podemos ni debemos pensar que lo que nos pasa es que no estamos realmente capacitados para dirigir equipos de trabajo. No es un don innato, sino que, como todo, se puede aprender y mejorar a base de esfuerzo, trabajo y perseverancia. Esas tres actitudes, que no aptitudes, convergen todas en la acción misma de buscar un curso de gestión de equipos, hacerlo y aprobarlo.
Con calma, porque, para poder estar cien por cien seguros de que seremos capaces de ser hábiles directores o directoras, tenemos que centrarnos en el camino; es decir, en aprender, y no en acabar cuanto antes la formación en sí misma. Mientras más jugo le exprimamos a los cursos mencionados o a los afines, como puede ser también un curso de motivación y liderazgo, mayores probabilidades tendremos de crear una empresa editorial sólida y con futuro. Algo que, en época de crisis sanitaria generada por la pandemia global del coronavirus, es sin duda esencial.