Está claro que la accesibilidad es obligatoria si queremos construir una sociedad realmente inclusiva. A nuestro alrededor hay personas que están sufriendo el doble que nosotros los efectos de la pandemia, entre otras cosas debido a que las medidas de seguridad y el uso obligatorio y necesario de mascarillas les impiden hacer una vida normal. Por ejemplo, para una persona sorda, acostumbrada a leer los labios, una mascarilla es un obstáculo importante para poder tener una vida normal. De igual manera, algo tan simple como usar un ascensor puede ser un problema para alguien que se desplaza en silla de ruedas con regularidad debido a la limitación de aforo.
La solución es simple, preferencia de uso. Sin embargo, se generan una serie de problemas que nunca son agradables. Por eso conviene considerar otra que también es práctica y necesaria: el uso de sillas salvaescaleras. Este tipo de utilidades mecánicas ya de por sí son cada vez más habituales en viviendas individuales de dos o más plantas, y en bloques de pisos en general, pero debería ser de obligatorio cumplimiento la instalación de salvaescaleras en edificios públicos. De esta manera, en la era de la limitación de aforo por culpa de la COVID-19, la persona en silla de ruedas tendría dos opciones: subir en un ascensor que usa mucha gente, o subir elevándose junto a las escaleras.
Por otra parte, y aunque deberían ser instaladas en los edificios públicos de todo el país, en las grandes ciudades, donde además hay mayor incidencia de contagios, son incluso más acuciantes porque hay muchos más habitantes. Los salvaescaleras en Madrid no deberían ser consideradas simplemente una opción, sino una necesidad vital y esencial, y tendrían que estar presentes en edificios de la Administración Pública, en bibliotecas y archivos, en bancos y, por supuesto, en la gran mayoría de viviendas.
Está claro que, en este momento de nuestra vida, lo que deseamos por encima de todo es que la crisis sanitaria se termine. Pero mientras eso ocurre, solo podemos hacer una cosa: facilitar la vida a todas las personas mediante una accesibilidad segura y funcional.