Alamy, te usa esta sanguijuela para fingir talento
En las redes sociales, todos saben, hay una suerte de perseguidores, gente que se dedica a realzarse a sí misma destruyendo.
No tienen que tener talento, obra, respaldo, no, simplemente denostar, copiar, plagiar, utilizar memes y simplemente asociarse a personas que cultivan el arte de injuriar como si fuera un nuevo género.
En estas lides me introdujo una querida amiga, que habiendo sido testigo de un turbio asunto que comenté en el artículo:
Me hizo el comentario: es tremendo Perú, nunca vi que entre coetáneos se destrozaran con tanta saña, y menos en el ámbito de la cultura.
Me interioricé un poco en el asunto, y efectivamente estuve por aquí y por allá, buscando un símbolo que convergiera en todas las definiciones y me costó trabajo decidirlo. Efectivamente: en Perú hay un nuevo género: el género de usar a otros, talentosos, expuestos, para burlas y denostaciones; roban imágenes protegidas, sin pagar, y ensalzan a sí mismos con memes, copias de citas de grandes escritores como si eso les otorgara algún currículum: miren lo que leo, miren lo que desprecio.
Cero talentos, y mucho menos criterio del señor en cuestión, Grover González Gallardo poesía –nótese que debe anunciar “poesía” en su nick, porque de otro modo podría confundírselo con un simple patán–, me condujo a reflexiones; fue justamente uno de los “atacados” de Perú, un joven poeta Julio Barco, del cual vi algunos videos, empujado por la curiosidad con que se lo ataca, más que por interés; sólo para descubrir que mi amiga estaba en lo cierto.
Más allá de estos olvidables personajes, el trato que no se corresponde a un supuesto “intelectual”, contra un poeta talentoso, le guste o no –hay medios importantes y serios dando cuenta de ello, baste poner su nombre en Google–, colega, intelectual, que hace algo por su país, una quijotada, una epopeya digna de emitación, en contraposición con el inútil memero, lo usa de enemigo interno.
El brillo del joven poeta opaca el pobre talento. Cabe preguntarse por qué: el señor se hace pasar por intelectual no puede dirimir el asunto de igual a igual, altura que no alcanza, por supuesto, lo lleva al terreno de la burla.
La impunidad en las redes es un igualador, o al menos eso es lo que piensa, conseguirá seguidores, otros memeros; un verdadero intelectual no se mezclaría con semejante método.
El señor es ignorante además, no sabe que la red tiene memoria, que sus métodos de denostar, creyendo que con eso se enaltece es un truco de mezquinos y malevos engatusadores de pobres espíritus.
El tiempo tiene sus métodos, estos memeros inconsecuentes, finalmente se desenmascaran.
Cabe destacar que sería provechoso para los que lo siguen o son seguidos no mezclarse con estos abusadores del prestigio ajeno.
El talento no se presta señores, disminuir el ajeno no los hace mejores.
Se dice abogado. Abogado Egresado de la PUCP y miembro del Liceo Poético de Benidorm de España.
Vamos a comunicarnos por esos medios para comprobar lo que este señor dice ser, en mi concepto, que tal señor represente alguna institución, es una mancha a la institución. Soy un periodista que investiga. Qué clase de institución tiene a este miembro.
Aquí las clases de arte poético a que se dedica el señor:
Veamos al “contendiente”, el señor Barco tiene una Web propia, la pueden encontrar en http://juliobarco.metaliteratura.com.ar a raíz de esta investigación, me encontré sorprendido de la edad del joven, confieso que en mi artículo anterior no lo había registrado. Tiene algunos libros, en diversos medios. Encontré al menos seis o más artículos de reconocidos medios internacionales, Chile, México, Colombia, Bolivia, Argentina. Medios de especialistas, doctores en Letras, licenciados y reconocidos escritores.
Mientras, dirige proyecto para su país: http://lenguajeperu.pe, y un emprendimiento propio: Campaña Perú lee, para el que ofrece talleres, seminarios, y promueve a los poetas de su país. No voy a extenderme en sus actividades porque no es cuestión de cantidad; el joven Barco, entrevistado por reconocidos gestores culturales es asombroso por sus conocimientos.
Veamos el contendiente, memero e “intelectual”, se dice poeta. Ah, perdón, del señor sólo se sabe de qué se ríe y que no aprende su lugar en la cadena del intelecto.
Confieso, no he buscado su material, ya para muestra tengo suficiente.
Lo bueno: ha puesto el foco en el joven Barco, le han hecho un favor, se lo merece, el joven escribe, muestra quién es, su mundo interior, su pasión, publica libros, arma videos, se prodiga sin importar sus recursos u otros condicionantes.
La Pandemía fortalece al talentoso, mientras otros creen engrandecerse disminuyéndolos.
Es el Perú hoy, pero tengo la esperanza que con jóvenes como Julio Barco, un día, el que no quiera empujar que no estorbe.
La historia será consecuente con los que lo merecen. De esta pandemia, algunos saldrán fortalecidos; otros seguirán con sus memerías, igual de envidiosos.