Planear unas mudanzas es en sí un proceso delicado y complicado a nivel psicológico y emocional. Aunque las circunstancias de cada tipo de mudanza varíen, incluso en aquellas que deseamos, y que en realidad nos hacen ilusión, como el cambio de vivienda de una que no nos convencía a una que se ajusta a nuestros deseos y necesidades, lo cierto es que los cambios siempre tienen un impacto en nuestro modo de vida. Tanto con unas mudanzas en Leganés, como a la hora de cambiar de domicilio en una calle diferente de nuestra ciudad de origen, necesitamos un proceso de adaptación y no siempre es fácil, ya que toda modificación de la rutina trae cosas buenas y malas.
La cosa se complica si además tenemos hijos. Los niños es posible que incluso se adapten mejor que nosotros, ya que cuando tienen entre cinco y diez años, sobre todo, hacen en esencia lo que hacen también sus padres y madres. Eso significa que para los niños pequeños es imprescindible que intentemos cambiar o gestionar de la mejor manera posible nuestro propio estrés y la ansiedad que nos pueda dar la mudanza, ya que los más pequeños son esponjas emocionales y absorben todo lo que ven en las personas mayores de su entorno. Por añadidura, deberíamos intentar usar con ellos la mudanza como un juego. Unas mudanzas en Toledo, por ejemplo, pueden ser divertidas para ellos si les hablamos de «una ciudad que parece sacada de un cuento medieval».
Los adolescentes son más complicados. Empiezan a tener sus propias relaciones sociales, sus propios amigos, y desprenderse de ese estilo de vida puede causarles una herida emocional mucho mayor de la que pretendemos, por mucho que la mudanza sea necesaria y no exista otra opción. En esos casos no basta con explicarles las ventajas de contratar unas mudanzas con guardamuebles a Madrid, donde pueden hacer nuevos amigos. Tenemos que empatizar con ellos, hacerles entender que comprendemos lo duro que resulta, y en la medida de lo posible ayudarlos y apoyarlos en sus intentos de mantener vivas las relaciones de amistad que dejan atrás.