Las reformas del hogar pueden ser, simplificando mucho, de dos tipos: simples o complejas. Las simples suelen situarse en el terreno del mobiliario o de la compra de nuevos electrodomésticos para la cocina, así como en el ámbito de la decoración de interiores en general. Una reforma simple, por tanto, puede ser comprarse una lavadora nueva, sustituir el ropero viejo por un armario nuevo y multiusos, o incluso cambiar las cortinas del salón. Pero cuando hablamos de reformas complejas, hablamos de cambios mucho más estructurales, y todos ellos son difíciles de ejecutar desde el punto de vista de la logística y la economía doméstica.
También en el caso de las reformas estructurales complejas hay grados. No es igual modificar los azulejos del baño o pintar las paredes, que echar abajo una de esas mismas paredes. Las rehabilitaciones de fachadas son tan complicadas de llevarse a cabo que, de hecho, existen empresas y servicios específicamente destinados a esa labor, ya sea con fines de mantenimiento o reparación, o con los objetivos de reforma de los que estamos hablando. Estos servicios, además, también se encargan de las rehabilitaciones de cubiertas, sobre todo en el caso de aquellas casas que no son exactamente pisos y que disponen de un tejado. Cambiar las tejas o reparar unas goteras son algunas de las muchas reformas que se pueden realizar en este caso.
En sí, las rehabilitaciones de edificios abarcan una amplia gama de cambios profundos en el hogar que en esencia dependerá siempre de nuestros intereses. El presupuesto no será igual si modificamos al cien por cien todas las fachadas y paredes internas de nuestro hogar, a si nos centramos solo en echar abajo la pared que separa el salón de la cocina, por poner solo un ejemplo de muchos. Cambiar la distribución de estancias o agrandar otras no son deseos complicados de cumplir siempre y cuando sepamos contactar con este tipo de empresas y saquemos un presupuesto realista que se ajuste a nuestra realidad financiera. Eso no podemos hacerlo de la noche a la mañana, y nuestras decisiones siempre estarán sujetas a cualquier modificación.