Cuando somos novatos en esto de cultivar plantas para la producción de verduras, hortalizas y frutas, nos vemos ante la disyuntiva de decidir qué tipo de abonos y fertilizantes queremos utilizar para conseguir una mayor y mejor producción.

Cada etapa de la planta es diferente y necesita unos abonos con unas funciones y características distintas. Entonces, para saber que abonos cannabis o fertilizantes de suelo para cultivos de productos alimenticios necesitamos, podemos echar mano de tutoriales, o preguntar a un entendido en el tema.

En esta ocasión, vamos a definir fertilizantes ecológicos, fertilizantes minerales y, por último, fertilizantes químicos.

Los fertilizantes ecológicos y abonos orgánicos ecológicos, como su propio nombre nos indica, proceden de materias orgánicas de plantas, excrementos de animales, hongos... Los fertilizantes ecológicos aceleran el desarrollo de la planta, la producción y los frutos resultantes son de una calidad superior, su sabor se potencia. Con los fertilizantes ecológicos, el peso y tamaño de los productos de cultivo es menor.

Mientras que con los fertilizantes minerales, el volumen y el peso es mayor; por ello, los fertilizantes minerales son, más frecuentemente utilizados, por agricultores que cultivan grandes extensiones de terreno y su finalidad es la comercialización a gran escala. Sería bueno hacer una pequeña apreciación, no todos los abonos minerales llevan sustancias químicas en su composición. Puede valer como ejemplo, una legislación de EEUU sobre el cannabis que se destina a la comercialización en dispensarios con fines medicinales, o terapéuticos, debía llevar en el etiquetado que la planta de cannabis estaba libre de residuos químicos, es decir, que estaba tratada únicamente con abonos cannabis de origen orgánico ecológico.

Por último, tenemos los abonos químicos, elaborados en industrias y comercializados para grandes extensiones de cultivo. 

Una vez que tenemos conocimiento de los tipos de abonos y fertilizantes que hay en el mercado, los productos que queremos obtener, la calidad y cantidad de los mismos... podremos tomar una decisión más acertada con respecto a cuales vamos a utilizar en nuestras tierras de cultivo, de acuerdo a los resultados que pretendemos en nuestros productos.

Enriquecer los suelos, mejorar el desarrollo y crecimiento de las plantas de cultivo y, verduras, hortalizas y frutas de calidad, ricas en sabor y aroma, es lo que todos pretendemos cuando nos iniciamos en este maravilloso mundo de la agricultura. Porque, aunque puede ser un trabajo duro, no hay nada más satisfactorio que observar cómo crecen las plantas y ver salir los frutos.