Literatura latinoamericana, relatos, ensayos literarios
Si algo ha aportado, en abundancia, las redes sociales, es la distorsión de la ortografía y la gramática. En algunos casos, el espíritu lúdico, en otros transgresor, y en la mayoría ignorancia por la aplicación de las reglas que organizan la comprensión del lenguaje, bajo la presunción que igual se entiende.
Sin embargo, los escritores, los que van a dedicarse a la literatura, o que la tienen de entretenimiento o simple interés, no deben dejarse llevar por falsas afirmaciones, si algo interesante tiene escribir es ser leído por lectores interesantes; sin dudas, esos lectores no se detendrán en un texto que ofrece dificultades de lectura debido a la gramática. Sobre todo cuando hay textos que la transgreden por razones experimentales, y de tensión en aspectos más interesantes que la simple ortografía o gramática.
En este artículo me propongo plantear algunos conceptos de la gramática con el fin de aporta algo al denudo, habrá algunos interesados.
En principio, la gramática se define como: “Parte de la lingüística que estudia los elementos de una lengua, así como la forma en que estos se organizan y se combinan”.
El detalle es que refiere a elementos; no a palabras. Ello implica todo el campo de expresión con se organiza la escritura: la grafía, los signos de puntuación, las convenciones y normas de interpretación, el uso de la organización espacial.
Es común intentar transgredir la gramática con el objetivo de generar una nueva forma de interpretación o una forma de expresión, lo cual es válido, es parte de la literatura tensar los límites de la expresión escrita, pero para transgredir, primero hay que saber qué se transgrede, y por ello, la comprensión de la gramática, es importante, ya que el descuido es evidente cuando no hay una función textual de la transgresión.
La gramática a su vez, en lo relativo a la sintaxis, al léxico y hasta la morfología y usos tiene clasificaciones.
Tal vez para escribir no es necesario conocer los formatos de la gramática, pero la aplicación de la gramática, puede resultar interesante, justamente para ampliar las condiciones de la interpretación del texto, ampliar las circunstancias de las decisiones de escritura.
Algunas de las clasificaciones de la gramática esclarecen la forma en que se escribe para introducir la interpretación dentro de un marco normativo.
Uno de los tropiezos más comunes, sobre todo en la era de la globalización es la mezcla y relación entre dos o más lenguas. A ello aplica la gramática comparativa, tiene sus propias normas, que consiste en respetar las diferentes especificidades del lenguaje pero para concebir la comprensión en cualquier de ellos sobre todas las lenguas.
Es una rama especial de la gramática y debe ser tenida en cuenta en caso de textos internacionales donde se desarrollan personajes de habla en distintos lenguajes.
La gramática que nos enseñan en el sistema de educación formal, refiere a la gramática descriptiva, a la gramática normativa, a la estructural,
Pero me gustaría hacer notar que hay algunas que no son tan comunes en la discusión, como la gramática especulativa, que ya desde el nombre deja una brecha de incertidumbre, ya que la palabra especulación parece abrir el sentido a comprensión ambigua. La gramática especulativa refiere a la filosofía escolástica, que trata de explicar fenómenos lingüísticos como si fueran principios constantes y universales, parece una contradicción, ya que el lenguaje muta, cambia, se amplía, bajo la especulación que debe contemplar la función comunicacional; cómo podría basarse en algo constante y sobre todo universal cuando lo más cuestionado en la comunicación, es justamente lo universal.
La razón de este intento es simple: la religión.
La religión ha intentado desde tiempos remotos basarse en un sistema de comunicación única, universal y constante que no pueda ser cuestionado por ningún otro sistema de comprensión, ni retórica ni interpretativa. La religión, desde el renacimiento, expresa una forma única de comprender el mundo, por lo tanto la gramática para trasmitir esa unicidad requería de una modalidad en la comunicación que no permita otra interpretación más que la aceptada por los administradores de ese mensaje, el mensaje místico.
Y como se sabe, la gramática no se mete con los contenidos, pero sirve para manipularlos, torcerlos, inquietar, perturbar; tales cosas no se pueden permitir en la condición de un lenguaje que no sea taxativo en su mensaje.
De ello surge la gramática especulativa, casi exclusiva para sostener un lenguaje de corte religioso, dedicado a comprender el lenguaje del Cristianismo, religión que propone las bases de esta gramática.
Hay una forma de transmitir la fe, y para ella se usa la gramática especulativa.
Por más que parezca un oxímoron, establece un sistema constante y universal del lenguaje para reponer escrituras religiosas.
Las otras formas de gramática, cuyo nombre no quiero acordarme, son para el resto de los propósitos de escritura.