Para muchos, el estilo de vida anteriormente mencionado es algo mucho más que ideal puesto que lo ven como algo que se trata de un trabajo “sencillo” de hacer, lo cierto es que estas ilusiones de dinero fácil no son más que el producto del desconocimiento de todo el trabajo y la dedicación que estos personajes ponen en sus redes sociales o sus herramientas promocionales que a final de cuentas son también sus herramientas de trabajo.
A nuestros ojos, como consumidores, llegan solo los resultados finales; gigantescos afiches publicitarios donde vemos impecables personas de faz sonriente y pieles perfectas que parecen invitarte a adquirir el producto de turno, sin embargo, desde nuestra perspectiva es imposible que seamos conscientes de todo el trabajo en producción que esto implicó.
Larguísimas sesiones de fotos para seleccionar solo un par, retocarlas hasta el cansancio para luego seleccionar solo una. Todo el trabajo físico que implicó para el/la modelo en cuestión si quiera para permitirse resaltar por encima del resto que también quisieron estar en ese puesto; horas, días, semanas y hasta meses de trabajo que son reducidos a pocos minutos de vídeo o inclusive a una sola fotografía son completamente invisibles para el resto del público.
Es justamente esto lo que sucede en la industria del entretenimiento en general; millones fantasean con esa vida de ensueño que aparentemente tienen sus ídolos favoritos, ignorando por completo todo el complejo proceso de formación artístico y laboral que existe detrás y relegando las funciones de estos a un plano casi exclusivamente consumista y superficial.
Millones alrededor del mundo admiran las coreografías realizadas por estos grupos de bellísimas chicas en Corea, pero pocos realmente se han detenido a analizar el sacrificado estilo de vida al que estos artistas se someten, pasando jornadas de prácticas diarias que incluso llegan a superar las 10 horas diarias, sumado a estrictos regímenes alimenticios que (en especial en los casos de artistas femeninas) han llevado a severos deterioros de la salud mental y física de las involucradas.
El mundo de las estrellas e influencers es muy llamativo y seductor, si, pero no debemos olvidar jamás que no todo lo que brilla es oro, y que tal vez para mantener ese brillo en cuestión haya un alto costo que se debe pagar.