A la hora de comprar un vehículo, ya sea de primera o segunda mano, siempre se tiene en cuenta múltiples factores de los que destaca la perdurabilidad en el tiempo, ya que todo tipo de reparación inesperada o programada, siempre se traduce en un quebradero de cabeza y de cartera para el comprador del automóvil o motocicleta, ya que es mucho dinero el que se puede llegar a invertir. Es por ello que muchos talleres como los talleres de Vallecas siempre intentan apostar por conseguir que sus reparaciones sean muy duraderas, ya que no es de buen grado, ni ético, tener que obligar a venir al cliente cada mes o menos, a volver a reparar o sustituir alguna pieza o parte de su coche.
Es por ello que se han realizado estudios estadísticos en base a los modelos de automóviles que más reparaciones periódicas requieren y qué maragen de años de los coches son las más conflictivas en este sentido. Y es a través de uno de ellos, donde se establece que la mayoría de los vehículos que se encuentren entre los 5 y los 9 años de uso son más propensos a tener mayores visitas al taller y, por lo tanto, son los que más cuesta mantener. Eso sí, este estudio queda sometido a muchas variables, ya que no es lo mismo un coche de uso diario como uno de uso en el fin de semana, pues el desgaste sería mucho menor. Sin embargo, bien es cierto que los coches envejecen, como pasa con todo. Por lo tanto, en algún momento determinado, todos pasarán por esa franja de años “conflictivos”. Por ende, entidades como los talleres de Vallecas, intentan siempre que sus coches salgan lo mejor preparados para superar cualquier ITV, así como los desplazamientos del día a día.
Eso sí, estos vehículos comprendidos entre los 5 y los 9 años son los más fáciles de encontrar en un taller, pero se ven superados en facturación por aquellos que tienen más de 10 años de uso. Todo ello a pesar que estos primeros acuden dos o más veces al año, de promedio, al taller, algo que choca de lleno con el hecho que el 30% aproximado de los coches (los cuales pertenecerían a este segundo grupo) desembolsarían una cantidad generadora de casi el 30% de la facturación de las empresas como los talleres de Vallecas.
En definitiva, “quien algo quiere, algo le cuesta”.