Primavera, verano, otoño, invierno… 4 estaciones diferentes con unos climas muy variados y con mucho índice de variabilidad en base a la zona geográfica, pues los lugares norteños tendrán mayor predisposición a los climas fríos, mientras que los sureños viven en una situación donde el calor es el principal protagonista a lo largo del año. Por lo tanto, es innegable la influencia de los cambios de estación, así como de tiempo atmosférico, en los distintos muros y paredes que conforman las casas y edificios situados a lo largo de los municipios, provincias y/o comunidades autónomas, haciendo que su estado pueda incluso poner el peligro la integridad de los viandantes o habitantes/ trabajadores del inmueble. Esto hace que muchas comunidades de vecinos estén altamente concienciadas de la importancia de las rehabilitaciones de fachadas.

Así pues, la rehabilitación de edificios no solo contribuye a la conocida “estética de conjunto” con respecto al resto de edificios que los colindan,sino también a muchos procesos de adaptación de su estructura exterior, pues el clima y sus recurrentes cambios no únicamente afectan a la pintura empleada años atrás. Asimismo, pueden llegar a afectar a la estructura de balcones o también al forjado de los muros, provocando la nefasta visión de la falta de trozos de pintura en el revestimiento, como si alguien hubiese arrancado una pequeña parte de la pared o muro.

Para ello, siempre suele darse el mismo procedimiento en el caso de un edificio de viviendas. En primer lugar, se notificaría del problema que sufre la fachada; en segundo lugar, se convocaría una asamblea con los distintos representantes de cada vivienda o vecinales donde se debatiría qué hacer; y en tercer lugar, se decidiría, en el caso de querer actuar, contratar una empresa dedicada a la rehabilitación de fachadas. Tras solicitar a la empresa, solo habría de esperar que dicha entidad llegase e hiciese su trabajo y superar el largo proceso de espera. Todo ello, para volver a ver el edificio con un aspecto impecable y con todo sus elementos (balcones, salientes…) en perfecto estado.

En definitiva, rehabilitar un edificio es algo de suma importancia y no es una tarea que una propia comunidad de vecinos pueda realizar, ya que, para volver a dejar un edificio en buenas condiciones, hacen falta los pertinentes conocimientos de arquitectura y eso corre a cargo de profesionales del sector como bien puede ser la empresa madrileña Hermon.

¿Te has fijado últimamente en tu fachada?