“Oye, saca los roscones de Reyes” “¿De qué sabor es?” “¡Me ha tocado el rey!”. Estas y muchas frases similares se repiten cuando por fin este dulce ha llegado a la mesa el tan esperado día 6 de enero y, acto seguido, es abierto para hacer las delicias de toda la familia y amigos que se encuentren alrededor de tan suculenta pieza pastelera.
Pero al día siguiente, tras sobrevivir a una espera de meses, ese sabor ya se habrá esfumado hasta el próximo año, donde se podrá volver a disfrutar nuevamente por tan solo unas horas o minutos (dependiendo del apetito del entorno). Mas eso ha cambiado.
Así pues, antiguamente se tenía reparo al comprar más roscones para días o meses posteriores, pues se consideraba que traía mala suerte (algo semejante al hecho de cantar villancicos en fechas no navideñas). Pero eso ya es un pensamiento muy obsoleto, ya que el roscón de Reyes, actualmente, no es un dulce anclado a la Navidad, sino que se puede disfrutar en cualquier época del año, endulzando el verano, la primavera o el otoño de todo aquel que desee comerlo.
Eso sí, el único pequeño inconveniente de querer comer roscón de Reyes en época no navideña es que ha de ser encargado, pues las pastelerías solo exponen estos dulces en dicha festividad. Pero este pequeño “problema” se arregla fácilmente a través de una llamada de teléfono o correo electrónico donde se estipule el pedido. Solo haciendo eso, un sabroso roscón de Reyes volverá a la mesa de la que nunca nadie deseo que se fuera.
¿Quién no ha dicho alguna vez en pleno mayo, por ejemplo, que le gustaría un trozo de roscón? Asimismo, no solo ha cambiado el hecho de que se puedan comer el resto del año, sino que, además, las fábricas de pastelería como Luque apuestan por nuevos sabores adaptados a los paladares más exigentes, pues si ya era un lujo poder elegir entre la nata o la crema, ahora se puede pedir con trufa, cabello de ángel o incluso mixto. Todo ello con el fin de que nadie se quede sin su trozo de roscón.
¿Un cumpleaños, una fiesta en casa, un picnic de la empresa…? Todas ellas son ocasiones ideales para encargar un roscón al gusto del cumpleañero/a o del público, pues es un dulce que siempre apetece y nunca pasa de moda.
Un dulce atemporal y, sobre todo, inigualable en sabor y recuerdos ¿Apetecible, verdad?