Para bien por para mal, los grandes textos de la literatura se convierten en compendios de frases que se irán inmortalizando, como si fueran, a su vez, representantes del todo; los autores que más frases han generado para uso de la citas o de repeticiones, tienen un correlato en la vida común, y son repetidas por generaciones, hasta casi perder los orígenes en el tiempo.

Estamos necesitados de romance, sobre todo en una época donde las características del romanticismo mutan, la tecnología parece haber generado una grieta entre generaciones, la que paladea el romanticismo del estilo del siglo 19, y la generación millenials, del consumismo, y la batalla entre medios de lectura, el ebook, el libro, y el impacto que ha generado en las editoriales que no dan pie como para insertarse en una actividad que les era propia, la autopublicación está al alcance de los escritores, los medios de publicación, como las redes sociales o blogs, o medios de prensa para publicar artículos, notas, relatos, cuentos y críticas de libros; están promoviendo lectores y escritores y las frases célebres se mueven por el mundo a una velocidad fuera de la escala humana.

Suele no gustarme citar, siento que unas pocas palabras no representan una obra, pero me interesa reflexionar sobre los fenómenos que se apoyan en aspectos de la literatura, que inesperados, impactan sobre los lectores y estimulan la lectura de la obra entera.

Unos de los escritores latinoamericanos más interesantes por ser un fenómeno literario y comercial a su vez, es Julio Cortázar, ha diseñado una generación de escritores con una visión completamente diferente y ha tenido oportunidad de ser profeta en su tierra y tierra ajena, incluso de disfrutar en vida el éxito, además de comprometerse con la situación política y social de su propia época.

La frase: “andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”; pertenece a una de las obra más conocidas de Julio Cortázar, Rayuela, que a su vez, una obra con más frases viralizadas.

Por una parte, el romanticismo que representa es casi una necesidad, el romanticismo parece no estar en la agenda literaria de los nativos tecnológicos, con las características de originalidad y contundencia de Rayuela.

De esta obra hay frases célebres, que circulan hasta casi perderse el origen, pero que es ya “de todos”, hay una sinnúmero de objetos de mercadeo con ellas, frases que enfrentan el tiempo y lo superan.

Rayuela se publica en 1963, todavía la tecnología no había “tomado” el mundo, y los nuevos escritores, se estaban formando con escritores como Julio Cortázar, una nueva literatura se abrió camino.

Rayuela aportó a las frases célebres gran cantidad de material; y no la repetían los escritores o críticos, las adoptaron los jóvenes, las repetían las incorporaban a su lenguaje y a la forma de relacionarse entre sí, como suele intervenir en la vida diaria los grandes textos.

Decir de Rayuela que es un texto romántico es minimizarla, las características de esta obra, en lo inmediato, es determinarla como un juego literarios, libre de sistemas canónicos de escritura, pero en el conjunto de valores, es una obra monumental que conlleva a la reflexión, no sólo en lo literarios, sino en relación al propio tiempo en que se publica, además de permanecer.

“El hombre es el animal que pregunta. El día en que verdaderamente sepamos preguntar, habrá diálogo. Por ahora las preguntas nos alejan vertiginosamente de las respuestas."

Luego, nos queda la pregunta, quién dice esto, qué personaje, en qué contexto, y usarlo como una oportunidad para leer la obra, aunque esta cuestión es casi tonta, Rayuela es la obra que más ha sido leída y analizada, tanto por críticos como no críticos.

Las obras que aportan frases célebres corren el riesgo de no ser leídas, bajo la suposición de la reducción de esas pocas palabras que permanecen, la obra, seguramente es otra cosa, mucho más importante.