Placer, comunicación, sentido de la existencia, son muchos los motivos que nos atraen del arte, sin duda, la vitalidad se alimenta de los procesos culturales con que el arte ha evolucionado; el arte es tentador, establece relaciones entre la obra y los artistas plásticos, entre la obra y los espectadores.
El fenómeno del arte, es el fenómeno de la cultura, es un producto intelectual de la época, y evoluciona con la capacidad de adaptarse a las circunstancias de los individuos, sus creencias, sus preocupaciones, el arte es síntoma y efecto.
El hecho de ver y analizar los términos del arte, de discutir y discurrir en el entresijo de la cultura artística, las épocas en que se transcurre establece métricas de causas y preferencias.
La esencia artística es un modo de medir las circunstancias de medir el pulso de la cultura.
El arte muestra un enfoque, opera sobre el acto de contemplación e intenta neutralizar los objetivos de la praxis, la identidad del arte es ser ecléctico, inadecuado, contradictorio, nos hacemos de la derivación y la rebeldía con que el arte nos impacta.
La búsqueda de una nueva forma de expresión es una perspectiva, una forma de enfrentar la vida, la existencia.
Con estos valores el arte establece una perspectiva platónica, desinteresada, características impregnadas de polémicas y revolución.
Los nuevos artistas plásticos tendrán que definir su esencia artística con los mismos procesos de los artistas primeros, vencer la inercia del orden, contrarrestar la naturaleza, e incluso enfrentar la física de lo real. El arte es un plano superior.
Cualquier actividad humana que apela al sentido y capacidad de impacto sobre el espectador, es la finalidad reconocida del arte, aunque la definición estética sea un producto sin cota ni axioma.
El arte a veces se disfraza de fenómeno sociocultural, sobre todo cuando su producción requiere de especializaciones o de práctica en conjunto, el arte se ha incorporado en todos los órdenes que impacta en los sentidos; hasta en el olor, como lo son el arte de las esencias aromáticas.
Imágenes, sonidos, olores, tactos, estamos hechos de los elementos con organizan el arte para el placer particular.
Las diferentes corrientes a la que suscriben los artistas no son un nivel de separación, sino de integración a los diferentes puntos de vista, los artistas visuales, hasta intentan romper con el nombre mismo con que intentan clasificar.
Arte el adjetivado, visuales, abstractos, ópticos, son formas de orientar al espectador en técnicas, sin embargo, los elementos óleos, acuarelas, temperas, primarias en el arte pictórico ha dejado de ser un límite; en la actualidad, la evolución de la tecnología provee de alternativas para expresar como si se utilizara esos elementos.
El arte toma los espacios, las herramientas y las convoca.
Estamos hechos de sustancia artística, lo sepamos o no, somos el producto, el material y el efecto.
Sin arte no somos ni existimos.
Lo sepamos o no, el arte vive y evoluciona con nuestra mirada, somos el producto y el insumo.