Publicar libros en la actualidad no es sencillo, pues cada vez es más complicado ganarse la vida como artista.
En una sociedad en la que prima lo funcional por encima de lo estético, en la que es imprescindible disponer de ingresos fijos o pedir ayuda a prestamistas para aspirar a una vivienda digna, los dibujantes, los escritores y los músicos se encuentran en un difícil dilema: dedicarse a otra cosa y convertir su afición en un hobby de pocos ingresos, o plegarse a las directrices de las grandes multinacionales y permitir que la máquina comercial engulla y modifique sus ideas.
Sin embargo, no todas las personas escritoras están dispuestas a pasar por eso, y muchas optan por buscarse la vida, en el sentido más literal de la expresión, para publicar sus obras y llegar a un público fiel que sepa valorarlas.
Por esa razón, y gracias a la llegada de internet, existen numerosas maneras de autoeditar un libro. Sin embargo, los artistas más novatos del mundo editorial pueden no tener demasiado claro qué alternativas tienen, y por eso es importante resumirlas.
El primer paso, una vez el manuscrito piloto de la obra esté acabado, es decidir entre estos dos rumbos: el crowdfunding o la inversión de ingresos propios.
En el primer caso, el micromecenazgoes, sin duda, la alternativa más económica. Requiere de un considerable esfuerzo de promoción a través de internet, sobre todo mediante las redes sociales más conocidas.
A cambio, el o la artista ganará un público de base que financiará su obra y disfrutará de ella una vez esté acabada. En cuanto a la autoedición con ingresos propios, es lo más inmediato, pero es importante contar con un fondo de ahorros o investigar alternativas de financiación como los créditos urgentes online.
Por último, la persona creadora puede elegir, si lo desea, subcontratar a profesionales freelance para diseñar la portada, maquetar la obra y corregir el texto.
Los gastos de subcontratación, de todas formas, se incluyen en el presupuesto final tanto del crowdfunding como de la autoedición propia. Sin duda, internet ofrece numerosas opciones a los nuevos escritores.