Aunque son fundamentales, el conjunto está compuesto por detalles, es la base sobre la que la relación empresas y clientes establecen una futura negociación.
Los beneficios no son tan directos ni inmediatos, pero más allá de la profusión de ofertas en cualquier área de negocios lo que persiste es el cuidado y atención que las empresas le dedican al producto y al cliente.
Parece de Perogrullo pero el problema de la formación, la verticalidad, los puestos, es un escollo a la hora de presentar productos, negocios, proyectos.
El concepto de objetivo común parece obsoleto, los objetivos de los empleados de cierto puesto, parece controversial respecto a eslabones inferiores o superiores, cada vez es más común que un cliente insatisfecho recurra a un “superior” para solucionar aspectos para el que los empleados que tratan con el cliente no está preparado para solucionar.
La falta de capacitación y de objetivos es lo común en casi todos los niveles.
Los puestos gerenciales, ajenos a la problemática de los empleados actúan ignorando el proceso de motivación en el que se debe involucrar, recurriendo más a la amenaza y a la imposición sobre el empleado inferior.
Otros aspectos que se descuidan es el espacio donde se realiza la negociación, ya las oficinas no son ubicaciones que presenten sus mejores posibilidades, ese espacio se ha mudado a internet, donde ya hay aulas virtuales, oficinas virtuales y sistemas cómodos de conferencias para las que la concurrencia de más componentes intervinientes en el objeto de la reunión hace posible el ahorrar tiempo y generar mejores posibilidades.
Por lo mismo, la competencia es mayor, al mismo y sencillo alcance de buscar por otro lado mejores convenios, por el mismo medio: internet.
Los detalles, en esa nueva forma de negociación, está en otros aspectos, en la habilidad de conocer la competencia, en la seducción con la diferenciación, en la atención al cliente, que el medio, precisamente hace más complejo.
Comunicar, no es lo mismo que estar conectados, en la medida que se transmita esa diferencia, mejor será la potencia de los resultados.
Las habilidades para cubrir esta nueva forma de llegar al cliente, dependerá de aspectos más complejos que la formación universitaria o personal, dependerá de usar en forma creativa los medios digitales, superar los vicios que suponen el desarrollo que hayamos adquirido en el mundo real y generar procesos personales de uso para un medio en el que cualquier idea no se puede mantener en secreto como lo es la Internet.
El mundo global requiere de un desarrollo de ideas en una pluralidad de medios que hace cada vez más difícil las individualidades, aunque la historia de los medios digitales le asignan éxito precisamente a esa idea individual que ha hecho tan exitosos negocios peculiares, ideas como los buscadores, redes sociales y otros por el estilo son pocas, pero son millones los que intentan usarlos en provecho de negociaciones.
El éxito sigue siendo un concepto esquivo.