Un servidor VPS, del inglés virtual private server, es una forma de dividir un equipo en varias particiones de modo que, cada una de ellas actúe como una máquina independiente, teniendo su propio sistema operativo y pudiendo ser reiniciada independientemente. La idea de la fragmentación se inició con los mainframes pero ha florecido con el impulso de los sistemas informáticos.
Los clientes acceden a este servicio como superusuarios, con todos los derechos, lo que les permite la instalación y ejecución de casi cualquier programa (excepto antivirus y cortafuegos). Algunos incluyen restricciones estrictas, pero estas se consideran blandas si se miden junto a las que presentan los modelos de almacenamiento compartido.
Los servidores VPS pueden ser:
· Administrados, si el cliente no maneja las actualizaciones, configuraciones o análisis de errores durante el uso. Generalmente recibe asistencia del proveedor.
· O no administrados, cuando el usuario es responsable de gestionar su propia instancia. En este caso él es garante del funcionamiento correcto del mismo. La compañía suministradora solo se encarga del hardware y del control del tiempo de procesamiento.
Historia de la virtualización
IBM creó espacios virtuales en los 60 para promover la utilización de costosos sistemas (mainframes) segmentándolos en máquinas lógicamente independientes. Estas eran capaces de procesar varias aplicaciones simultáneamente. Veinte años después esta estructura dio origen al modelo distribuido (cliente-servidor) que permitía a varios equipos económicos independientes ejecutar programas.
La gente perdió el interés en la virtualización por un tiempo, pero actualmente es tendencia en el área, de nuevo. La razón es que las organizaciones apuntan a incrementar el uso y la flexibilidad y a disminuir los costes de los recursos informáticos. Muchas empresas hoy en día, como Microsoft, IBM, Citrix, entre otras, la ofrecen como solución.
Ventajas de un servidor VPS
Ocupando una posición intermedia entre las opciones de alojamiento exclusivo y compartido, este tipo de servicio tiene muchas de las ventajas del primero, en cuanto a capacidades y funciones, pero a un coste inferior. Los clientes comparten un equipo, pero cada uno controla totalmente su espacio lógico.
Los planes asociados al mismo son más eficientes en cuanto a capacidad de almacenamiento y ancho de banda. La configuración es más sencilla y controlada por el usuario, quien crea o elimina sitios de Internet a conveniencia y puede personalizar el sistema operativo.
En resumen, si no requieres de todas las ventajas de tu propio servidor dedicado, con los VPS disfrutarás del poderío, privacidad y seguridad de estos al precio de uno compartido. Solo necesitas seleccionar aquel servicio que más se adapte a tu necesidad.