La educación formal de las escuelas con sus programas generalizados, unificados y obsoletos, comparten el proceso con la revolución del conocimiento.
No sólo van a diferentes velocidades, sino que ambos parecen desvinculados entre sí.
Una de las mejores propuestas por alcanzar una relación que le interese a los niños de hoy, es el programa Zamba, que emiten en el canal PakaPaka, pero es insuficiente esfuerzo para una masa inerte de docentes que firmaron un papel con la eternidad de un método que ya no sólo no funciona, sino que genera más problemas que soluciones.
El advenimiento de los juegos, no es meramente un problema, es una advertencia, la atención, habilidad, intereses están concentrados en esa solución llamada juegos por computadora que debería estar enviando un mensaje que ya conocemos.
Somos mamíferos, una especie que desarrolla sus habilidades con juegos, durante la infancia; habilidades que utilizaremos en la vida adulta.
Los adultos comprendemos que las habilidades, en combinación con el conocimiento son el cóctel que abona un éxito.
Cómo hacer entonces, en la era de los éxitos inmediatos que proponen las herramientas computacionales para encajar el conocimiento, que tiene sus propios tiempos de asimilación.
Ese es el desafío del siglo presente y es en lo que debería enfocarse los problemas educacionales. Las escuelas están obsoletas en métodos.
Los que deciden los métodos educacionales, no han hecho más que cambiar el estilo de herramienta, ahora notebooks, entregadas en los colegios, en forma gratuita por el estado, para seguir con los viejos métodos, la lectura aburrida, ahora en una pantalla, pero sobre asumir los tiempos y métodos de asimilación nada ha cambiado.
En mi opinión, hay algo que no ha cambiado, a pesar de las herramientas, la curiosidad. El programa Zamba, cuenta con apoyo, porque apela a crear expectativas, desarrollar la historia con un sentido aventurero, más que épico, imaginación que algunos le critican por creer que no representa la verdadera historia.
Lo que importa es lo que queda de fondo, el conocimiento.
Lo que está escrito en los libros de historia es tan fantasioso como el relato usando técnicas de animación, la diferencia está en los hechos que se relatan, que sin se ajustan al programa de enseñanza, benefician la situación del aprendizaje actual.
El problema mayor es mover la masa docente hacia la comprensión que las nuevas tecnologías, la velocidad de comprensión, la volatilidad de atención de los niños, son situaciones que han venido a quedarse, conceptos como la disciplina, la obligatoriedad, la persecución contra las distracciones, están obsoletos y son el cáncer de la actual forma educacional de las escuelas.
Habremos de necesitar un verdadero iluminado para la verdadera y más grande revolución para enfrentar el futuro, la revolución de la educación.