LA PLATA A TRAVES DEL TIEMPO

La plata es un metal blanco, brillante, dúctil, un poco más duro que el oro y maleable. La mayor parte de su producción se obtiene como subproducto de las minas de cobre, zinc, plomo y oro. Mantiene sus características químicas en contacto aún al estar en contacto con el agua y el aire. De todos los metales, la plata pura presenta el color más blanco y el mayor índice de reflexión, es decir la capacidad de reflejar la luz, lo cual le confiere su brillo característico. Además, posee la más alta conductividad eléctrica y térmica , pero su elevado precio con respecto a otros metales ha impedido su explotación masiva en aplicaciones eléctricas. 

El metal para formar una aleación por excelencia es el cobre, porque endurece la plata (lo que se conoce como plata de ley). También se han usado aleaciones con cadmio para los trabajos de joyería, ya que este elemento le confiere la maleabilidad adecuada para el trabajo del metal.

La plata, al igual que el resto de los metales, sirvió para la elaboración de armas de guerra. Posteriormente se empleó en la manufactura de utensilios y ornamentos. Adicionalmente, desde alrededor del año 700 a. C. la plata se ha empleado para fabricar monedas. Algunos de sus usos más importantes son en la industria de la fotografía, la química, la médica y la electrónica. También tiene un papel destacado en la industria de la joyería y la platería para fabricar gran variedad de artículos ornamentales y de uso doméstico cotidiano. Además se comercializa la plata de menor grado de pureza en artículos de bisutería. Así que hoy día tenemos una gran variedad de artículos entre los que podemos escoger, desde collares hasta pulseras para niños. De entre esta amplia gama de ornamento, podemos encontrarlos ya armados o también podemos conseguir los materiales para fabricarlos nosotros mismos. 

Abalorios de plata, 

Se denomina abalorios, cuentas o mostacillas a diversos tipos de elementos confeccionados en múltiples formas, materiales, colores y diseños utilizados para confeccionar collares, pulseras u otros objetos para decoración personal.

Algunos descubrimientos arqueológicos sugieren que ya se utilizaban en la antigua Mesopotamia así como también en la India, en forma de cuentas de oro. En Egipto los nobles regalaban collares con cuentas de piedras preciosas de colores, así como también de cristal o cerámica. Los nobles mongoles y los cortesanos de Bizancio llevaban consigo collares de perlas. En Norteamérica, algunos indígenas y tribus africanas utilizaban collares de abalorios pequeños. Los aztecas los utilizaban como parte de su vestimenta principal llamada Maxtlatl; sobre los hombros portaban una manta a la que llamaban tilmatl y que los nobles decoraban con plumas y abalorios.

Los abalorios pueden ser de distintos materiales, colores, formas y calidades. Dentro de la inmensa cantidad de materiales susceptibles de englobarse en el término abalorio se están imponiendo los cristales, entre los que destacamos varios tipos: El austríaco, el de Bohemia o cristal checo y el de Murano. Aparte de estos tipos, también se están imponiendo los cristales fabricados en Asia. Entre todos ellos, podemos destacar un tipo de cristal austríaco que, por su calidad, brillo y variedad de formas y colores, tiene nombre propio: El cristal de Swarovski.