Me gusta la idea de que haya inventos, ideas, intenciones y se destine recursos para nuevos inventos, pero me da un poco de miedo cuando se hace algo cuyos efectos se desconocen.
Ya nos ha pasado, se desecha basura en los océanos desde hace años, hace muy poco se ha tomado conciencia de lo que ha complicado esa acción el saneamiento del planeta y el reciclamiento es un efecto tardío y lento.
Como especies no estamos entrenados para cuidar el planeta o para destinar recursos en ello o los recursos son insuficientes y la avalancha de daños al planeta está en un punto irrecuperable. No se sabe.
Los científicos parecen adosarle al calentamiento global el peor de los males y el de mayor impacto dañino, de manera que hay nuevos inventos que intenta devolver el efecto.
Han inventado un revestimiento para techos de edificios que tendría la característica de radiar el calor interno, y enviarlo al espacio. El calor interno de los edificios lo crea el conjunto de materiales, mobiliario, personas; lo que el material intentaría es enfriar el interior, sin el uso del aire acondicionado, y por ahora, no hay evidencia que eso dañara la atmósfera.
Sin embargo, me reservo la idea que los efectos de lo que provocamos en la atmósfera no es medible en términos de poco tiempo, suele tener un impacto acumulativo, que en algún momento muestra su verdadera alerta.
El sistema parece simple, el material es una delgada capa que se parece al papel, pero es de aluminio, que recoge de la luz, la energía calórica, entre sus pliegues microatómicos hasta colocarla en un ángulo que la envía al espacio.
La luz tiene dirección y sentido, además de sus características calóricas, la capa está diseñada para atrapar el calor y emitirlo fuera del edificio.
El calor, que se transfiere por radiación, convección o conducción, éste último que se transfiere por contacto, ocurre por el movimiento del calor sobre la superficie caliente, la radiación es la que se irradia alrededor del objeto caliente, se percibe antes que lleguemos a tocarlo, es frecuencia de infrarrojo, invisible a la vista, no así al tacto. El invento consiste en aprovechas estas cualidades de la luz, capturarlas en la superficie y manipularla para enviar el infrarrojo hacia el espacio, que es el que percibimos en las proximidades de los espacios calientes.
Tal como se puede realizar comunicación a través del infrarrojo, sin provocar cambios de temperatura en el aire, esta sería una forma, aparentemente inocua de deshacerse del calor, es una frecuencia que atraviesa la atmósfera, con una trayectoria controlada.
Las interferencias de esa trayectoria, tal como las interferencias que de interpone entre los rayos del sol y nosotros, son el mayor problema, sin embargo, si como dicen, el revestimiento es lo suficientemente eficiente, al menos una gran cantidad de calor, podría evaporarse, antes de llegar al edificio.
La idea es interesante, se la define como enfriamiento fotónico radicante, y causa que el edificio sea capaz de rechazar el calor que le llega desde el sol, y por lo tanto mantenerse fresco, frío, a una temperatura controlable, sin necesidad del gasto energético que requiere el aire acondicionado.
Fabricar el material, sería rentable y la perspectiva de reducción de energía sería importante.
En los momentos actuales, cualquier iniciativa que implique la reducción de energía, en un porcentaje por mínimo que sea es un impacto beneficioso.
Refrigeración sin aumentar el gasto energético, es el objetivo del próximo milenio.