Hora del té en el subte, hay una desproporción geográfica a mi alrededor, la masa se comporta como una boa constrictor, expeles aire y el cerco se achica. En cada estación el espacio recupera sus proporciones, para en pocos minutos volver a formar parte del territorio anónimo de la masa que se acomoda a la lógica de algún gesto que se cosecha a la hora del té.