Usualmente persiguen que los usuarios ingresen a determinados sitios o generar mala prensa hacia una marca, empresa o persona.
Algo que hay que definir es que la actividad Troll no es meramente una mala crítica o un comentario negativo, la actividad Troll es mucho más que eso.
La actividad Troll es convocar a usuarios, no por contenido, sino por comentarios que rozan el sentido del gusto, en algunos casos se llega a lo personal y ni qué decir que lesionan la moral; en ocasiones tiene que ver con que apela a la diversión de los que pierden tiempo con esas bajezas, y que aportan al problema con la burla o la ironía.
En la realidad de la acción, quien haya enfrentado realmente el problema Troll, sabe que no hay forma de neutralizarlo ni de prever sus efectos.
La única función del Troll es molestar y para ello apelará a cualquier debilidad del grupo, al que responde, le tocará sufrir el embate y ensañamiento sin límites de estos expertos de la burla y la grosería.
Lo primero que hay que saber es que lidiar con el problema no es algo que la mayoría de los usuarios puedan resolver, según el medio, habrá alguna pocas medidas y principalmente hay una importante: no hay que caer en el truco de la provocación, una vez que el Troll encuentra eco, ya tiene el control, ya conoce el punto débil; hay que tener en cuenta que el Troll no tiene que cuidar ni el lenguaje, ni las formas, no respetará nada, mientras que nosotros tenemos que ir por la vía de la comunicación, sin confrontar.
El tratamiento indicado es no caer en la provocación, y hay dos situaciones bien definidas que se tiene que reconocer. La primera es cuando el Troll ingresa en nuestros dominios, es decir interactúa en la comunidad a la que pertenecemos; la otra, es cuando se dedica en forma exterior a crear malas referencias sobre nuestra marca o empresa o personal.
Para el segundo caso, por ninguna razón hay que caer en intervenir en esos medios, una vez que el Troll detecta que nos ha “tocado”, no habrá manera de cortar la situación y en Internet hay que recordar que no hay olvido.
Para ese caso se indica no comentar con parientes, familiares o amigos el caso, porque no tardan las personas en ir a ver por curiosidad qué está haciendo o diciendo el Troll, lo cual hará que el crecimiento de ingresos llame la atención de los robots clasificadores de temas y comiencen a mostrar los comentarios en respuesta a búsquedas.
Una vez que se reconoce el caso inmediatamente hay que denunciarlo con el especialista en Community Manager o SEO posicionamiento o la persona responsable del prestigio de la empresa. Si no cuenta con este profesional a partir de ese momento deber contratar uno. La razón de ello es que es la persona que podrá a testear cómo neutralizar la actividad sin sumarle interés al contenido y diseñar una política de acción.
En el caso en que el personaje interactúa en nuestros medios, la forma de neutralizarlo es recurrir a la moderación de los espacios de administramos, para ello, en algunas ocasiones hay que recurrir a la programación de procedimientos que permitan eliminar los comentarios maliciosos.
Usualmente esta acción de control interno, provoca que el Troll genere comentarios externos, creando blogs o participando con notas negativas en medios de prensa. En la mayoría de los casos hay que contactar a los dueños de esos medios y plantear una queja, pero hay que saber analizar el caso, en la mayoría de los casos hay que analizar el caso con detenimiento, a veces la solución llama más la atención sobre el caso con un resultado opuesto al deseado.
En cada caso, lo recomendado es apelar a la experiencia de personas que ya hayan lidiado con el caso, cosa que no es tan usual como se cree, en general, los moderadores de medios de prensa son los que suelen tener el problema.
Se conocen casos de importantes medios que siendo invadidos por estas tribus de inadaptados tuvieron que cerrar sus medios ya que el control se hacía imposible, algunos sitios muy concurridos han sido “tomados” por hordas de estos personajes, y recuperarlos es más difícil que directamente cerrarlos.
En cualquier caso, si se decide enfrentar al Troll, hay que tener una única idea presente, lo que se diga no es para ese personaje, sino para tranquilidad de los otros participantes del medio, el objetivo es no perder el horizonte y no caer en el mismo método del insulto o de la respuesta soez.
La mejor estrategia es ignorarlos, sin respuestas, el Troll gastará energías, perderá fuerza y si advierte que no llega a ningún puerto se retirará sin más consecuencias.
También hay que advertir a los compañeros de ruta en el medio que deben hacer lo mismo, ignorarlo, haciéndoles ver que siguiéndole la corriente ellos mismos se convierten en Troll degenerando el ambiente.
En cualquier caso lo mejor es recurrir a la asesoría de los que pueden medir la situación para no llegar a mayores.
No dude en consultar, en Datagestion nos ocupamos de darle un asesoramiento integral, no sólo para actividades que esté sufriendo sino metodología para evitarlas en el futuro.