El problema con las entrevistas es que vas demasiado preparado para las respuestas a las preguntas, sin tener en cuenta que la respuesta tiene que representarte.
Si vas a hablar de aspectos personajes que no son reales, se notarán, y ya empezás mal la entrevista.
El primer paso es prepararte para preguntas incómodas, por ejemplo, hablar de uno mismo, sin exagerar, es usualmente un método para relajar al postulante, hay un consenso general que hablar de uno mismo genera una energía positiva y relaja los nervios del postulante, salvo que haya cosas de ti que no quieras que se sepan, lo que entonces desemboca en una energía espesa fácil de percibir.
Tenés que ir preparado para hablar de vos mismo, así que elegí un tema que incluya una definición de tus habilidades sin llegar a auto halagarte.
Hay que ser breve, dejar que el entrevistador reciba la información y no excederse, la respuesta debería ser suficiente como para indicar tus habilidades y tu experiencia.
La pregunta sería algo así como: Contame algo sobre vos.
La respuesta debería ser: Me dedico a…y aquí continuar con el trabajo que sueles hacer y dónde lo ejerciste.
Tené en cuenta que si te mostrás positivo con el trabajo que ejerciste tendrás que estar preparado para la pregunta por qué lo dejaste. Si te despidieron, no trates de ocultarlo es fácil de describir. Lo ideal es contar tu versión de por qué te despidieron, de primera intención, de este modo no generarás una situación que parezca que tenés algo que ocultar.
Si te despidieron por algún asunto legal, o por sueldo, o por algo que no tiene que ver con tu calidad como profesional, no tengas miedo de expresarlo.
Si la razón fue algo que prefieres no hablar, sólo limítate a indicar que fue por razones personales pero que no tenés ningún problema con la empresa que dejaste. En la mayoría de los casos se entenderá que pedir referencias tal vez no es viable, de manera que un buen entrevistador sabrá llevarte en una dirección en la que puedas mejorar tus posibilidades.
Otro aspecto bastante común es tratar de percibir cómo respondes a la presión, la vida actual está plagada de conflictos en lo laboral, de hecho, las empresas importantes cuentan con servicios de Coaching como un modo de intervenir en los conflictos laborales con todas la herramientas para que no afecte el resultado del trabajo, de manera que entenderse en el modo de responder ante la presión no es sólo una respuesta al entrevistador, sino consigo mismo, es desgastante no conocerse en los límites de la tolerancia laboral, por más que se tenga todas las intenciones los espacios de trabajo insalubres, los que no podemos soportar, más tarde o más temprano se convertirá en un ex trabajo del cual tendremos que hablar en la próxima entrevista laboral.
Más vale ser sincero en este punto de entrada. Para saber si sos capáz de estar a la altura de lo que cualquier empresa esperará de vos es tener claro que no te involucrarías en situaciones de conflicto llegando a las manos, o metiéndote con tus compañeros, la burla o ironía no es bienvenida en las empresas, a la larga desgastan la relaciones laborales.
La postura física durante la entrevista, los gestos, las sonrisas suelen ser indicadores para el entrevistador de qué cosas te tomás en serio y qué te produce poca reacción, de manera que no es sólo la respuesta lo que importa sino también cómo se la emite.
La oralidad es bien valorada, en la era de las redes sociales, si bien su uso es un valor que indica algo, también lo es saber expresarse en forma oral, no es mala idea tomar un sesión con algún psicólogo para expresar la inquietud y que funcione como una simulación de una entrevista para saber si te expresas bien y trasmites lo que eres y lo que puedes hacer.
Muchas personas muy capaces tienen dificultades de comunicación con el grupo en el que le toca intervenir, ello genera un problema que a la larga o a la corta se convierte en un problema laboral.
No es que tengas que cambiar en la forma de comunicarte, sino que conocerte a vos mismo en ese aspecto te dará la oportunidad de explicarte mejor con los compañeros de trabajo y mejorará tus posibilidades.
Suelen preguntarte por tus fortalezas y debilidades, tené en cuenta que las respuestas que las respuestas estándares son poco útiles, decir responsable, leal, será poco productivo, pues se espera eso.
Hay otras en las que hay que meditar, por ejemplo, ser estudioso, hay gente que lo es, no te sorprenda. Pregúntate si tenés algunas de estas cualidad: informado, actualizado (no son lo mismo), estudioso, amable, confiado, empático, entusiasta; y ten preparado un ejemplo de cómo alguna de estas cualidades te ha llevado al éxito en algún aspecto.
También te estarán midiendo en tus debilidades, no serás capaz de decir abiertamente en qué fallas, nadie lo hace, pero no es mala respuesta decirlo directamente, decir que estás trabajando sobre lo que crees tus debilidades, que podrían estar dentro de este grupo: tozudo, callado, reconcentrado, impaciente. Indicar que se conoce a sí mismo en ello y tratás de controlarlo es una buena respuesta.
Esperá la pregunta sorpresa, cuidado con tus gestos, no muestres desprecio por más tonta que te parezca. Es usual que te pregunten cuál fue la situación más difícil que tuviste que enfrentar en lo laboral.
Tendrás que ser muy sincero, y es en esta respuesta donde te despegás de lo estándar, ya que son situaciones muy personales, que hablan de aquello peculiar que consideramos difícil, y también tendrás que explicar cómo la superaste y si resultó una solución útil.
Parecen pocas cuestiones, pero tendrás que ir preparado, no descartes consultar con un especialista en Coaching si necesitas una orientación, sobre todo en la gestualidad, en el tono, en el tiempo de respuesta.
Como siempre, el mejor consejo es ser lo más fiel a uno mismo, porque si consigues un trabajo para alguien que describes que nos so vos, durarás poco, mejor no perder tiempo en eso.