El plástico es como el tabaco, está disfrazado de solución, pero en realidad es más que un simple dolor de cabeza, es además un producto de la civilización que tiene cualidad de sobrevivencia superior a ella y a su vez contribuye a la eliminación de la humanidad.
Somos adictos al plástico, como somos adictos al tabaco, comparte el placer de la solución inmediata, el plástico no pesa, ocupa mínimo espacio, es resistente, aislante, maleable, versátil, impermeable, cualidades que lo han hecho el producto exitoso de hoy.
Pero tal como el tabaco, no sólo necesitamos eliminarlo, sino que además tenemos que hacernos cargo de los años de abuso y su impacto en el futuro que se vuelve cada vez más complicado, con el temor de estar en un punto de no retorno.
El plástico reemplazará a la humanidad, sino reaccionamos, sin saber si no es tarde ya.
La variedad de clases de plásticos complica la situación ambiental, no sólo por los recursos para su fabricación, sino porque desecharlo no es viable, al desecharlo se contamina y se coloca en el planeta un elemento que la asfixia a ella y al ecosistema.
Los métodos de reciclaje en el que se han embarcado algunas empresas son insuficientes para neutralizar el uso indiscriminado de cada uno de nosotros.
Llegamos a un punto en el que sin nuestra ayuda, el planeta se asfixia, la capacidad de recuperación del medio ambiente que provee los medios naturales, flora y fauna es ineficaz frente al abuso.
Las variedades de plástico, son también útiles para diferente reutilización, pero es importante conocer un poco sobre las diferencias, con lo que aprenderemos a decidir si usarlos o no.
Cuando estás al tanto del costo de su fabricación podrás elegir si usarlo o no.
Un ejemplo de elemento nocivo es el caja de cartón que para su fabricación incluye plomo y otros elementos que no son reciclables, su fabricación demás, produce gran contaminación en el ambiente. Llegaron para ser un reemplazo de la clásica lata, pero en la realidad es un contenedor más económico con el que sólo hay una ganancia económica para la empresa, no es mejor para el medio ambiente. Lo adoptamos porque es liviano, pero no es mejor que la lata.
Una primera diferenciación de los plásticos es conocer sus características, hay tres grupos más o menos diferenciados por sus cualidades que los hacen útiles para diferentes objetivos.
Termoplásticos, deformable con la temperatura, termoestables son los rígidos que sometidos a procesos de calentamiento y solidificación no vuelven a fundirse, Los elastómeros, con capacidad de rebote, se deforman y vuelven a su forma original, lo que los convierte en ideales para juguetes u objetos domésticos.
Según el tipo de polímero el material sirve para uno otro tipo de reciclaje, se diferencia con un número que suele ir impreso en el propio recipiente.
Sin embargo como será fácil de observar, hay millones de objetos de plástico sin identificación alguna, mismos juguetes que suelen ser imitaciones de los originales, pero con mezclas más baratas no sólo son peligrosos para niños por sus elementos tóxicos, sino también un peligro para el medio ambiente.
La lucha será difícil, pero necesitamos convertirnos en soldados para defender el planeta, ningún método dará resultado sin nuestra participación activa.
Aunque más no sea con el simple acto de llevar los plásticos, botellas, potes a los medios de desechos que promueven el reciclado, veremos en toda la ciudad contenedores en los que hay que desechar los plásticos, aunque no sepamos de qué tipo es, por lo menos ayudamos al proceso.