Se incorpora una herramienta de comparación de precios, según factores que los clientes pueden evaluar, las inmobiliarias reciben con beneplácito esta nueva propuesta.
Una de las actividades que toda inmobiliaria responsable tiene en cuenta es ofrecer al cliente el mejor asesoramiento en relación al costo, necesidades y posibilidades del cliente.
Es uno de los pocos rubros en donde “encajar” no da resultados, los agentes inmobiliarios tienen por el cliente, una idea muy clara: el cliente nunca debe sentirse compulsivamente obligado con una propiedad de la que no está seguro, convenientemente informado y lo que debe primar es su conformidad.
Es la base de la confianza entre cliente y empresa.
Es la modalidad de trabajo con que trabaja la inmobiliaria Mazzei, la cual recibe con beneplácito las nuevas herramientas que ofrecen desde la Cámara del sector, una propuesta que venía siendo de gran necesidad y que finalmente se han propuesto lanzar, el índice CIA.
Este proyecto surgió el año pasado, y finalmente se lanzó de la mano de las sugerencias de inmobiliarias importantes del medio.
Disponible a partir de junio del 2014, se presentó el proyecto que significaría un proceso de precios e incidencias del mercado inmobiliario sobre el cual se diseñaría un índice basado en el análisis del mercado, operaciones, valores en referencias a calidad, geografía, y cualquier factor que determine un valor para un inmueble, de este modo el agente inmobiliaria tendría un indicador de la situación general del inmueble en comparación con datos reales.
De este modo, habría algún referente consensuado por los líderes del sector en los procesos de venta y alquiler de departamentos, por ahora, en Ciudad de Buenos Aires.
Se analizarían más de 26 factores que incluirían geografía, preferencias y cualquier variable que incidiera sobre el valor y proveería de una estimación antes condiciones similares, promoviendo un valor representativo basado en valores reales.
Esto implicaría un registro organizado de operaciones al servicio de las inmobiliarias, rompiendo con un tácito procedimiento que consiste en mantener las operaciones en una reserva que no es aprovechada por colegas.
El índice trabajará con factores que son históricamente competencia de las inmobiliarias, especificar rasgos comunes que determina el valor de los inmuebles, tipologías, cantidad de ambientes, ubicación, disponibilidad, antigüedad, opcionales como cocheras, cercanía con transporte, centros comerciales, educacionales y preferencias según núcleo familiar.
Esto permitiría una visión global que ayudaría al futuro propietario o inversor a contar con una comparación que era más o menos una acción que el cliente debía procurarse usando tiempo y basándose más en la suerte que en posibilidades.
El sector inmobiliario trabaja con un producto que varía no sólo por condiciones del propio inmueble sino también por políticas económicas, actualmente cambiarias y en general por situaciones del mercado emergente internacional en el que la arquitectura está modulando sus exigencias para acomodarse a las situación de ahorro de energía, economía emergente o en crisis, burbujas inmobiliarias e incluso a modelos de inversión diferentes como lo es el Fideicomiso inmobiliario, que requiere de una concurrencia de inversores con objetivos comunes.
El índice de la CIA pretende ofrecer una herramienta más de las muchas que usan las inmobiliarias que sería bien recibida por el mercado en general.